Caso Marta del Castillo
- cienciaporlaverdad
- 9 feb
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Actualizado: 24 feb

Antecedentes del caso
Marta del Castillo Casanueva, una joven de 17 años originaria de Sevilla, España, desapareció el 24 de enero de 2009. Ese día, salió de su domicilio para encontrarse con su exnovio, Miguel Carcaño. Al no regresar a casa, su familia denunció su desaparición, lo que dio inicio a una intensa búsqueda y una investigación que captó la atención de todo el país.
Perfiles de los implicados
Miguel Carcaño Delgado: Exnovio de Marta y principal acusado. Nacido en 1989, tenía 20 años en el momento de los hechos. Confesó haber asesinado a Marta, aunque ofreció múltiples versiones contradictorias sobre cómo ocurrieron los hechos y el paradero del cuerpo.
Francisco Javier García Marín ("El Cuco"): Menor de edad en el momento de los hechos, amigo de Miguel. Fue acusado de encubrimiento y condenado a dos años y once meses de internamiento en un centro de menores. Inicialmente negó su participación, pero posteriormente admitió haber estado en el piso donde ocurrió el crimen.
Samuel Benítez Pérez: Amigo de Miguel, acusado de encubrimiento. Fue absuelto por falta de pruebas concluyentes que demostraran su implicación en la desaparición del cuerpo.
Francisco Javier Delgado: Hermano mayor de Miguel, acusado de encubrimiento y asesinato. Fue absuelto debido a la falta de pruebas que acreditaran su participación en los hechos.
Análisis del sitio del suceso
El crimen ocurrió en el domicilio de Miguel Carcaño, ubicado en la calle León XIII, número 78, 4º C, en Sevilla. Este apartamento se convirtió en el epicentro de la investigación criminal. Las autoridades realizaron una inspección técnica ocular minuciosa para recolectar evidencias que esclarecieran los hechos.
Durante la inspección, se emplearon técnicas avanzadas de luminol para detectar rastros de sangre no visibles a simple vista. Estas pruebas revelaron la presencia de manchas hemáticas en diversas áreas del inmueble, especialmente en el dormitorio de Miguel y en el salón. El análisis de ADN confirmó que la sangre pertenecía a Marta del Castillo.
Además, se llevaron a cabo estudios de patrones de manchas de sangre (Bloodstain Pattern Analysis) para determinar la dinámica de los eventos violentos. Estos análisis sugirieron que Marta sufrió una agresión contundente en la cabeza, lo que provocó una hemorragia significativa.
A pesar de la recolección de estas evidencias, la escena del crimen presentaba indicios de haber sido limpiada, lo que dificultó la obtención de más pruebas concluyentes. La alteración de la escena y la posible manipulación de evidencias fueron factores críticos que complicaron la reconstrucción precisa de los hechos.
Evidencias recopiladas
A lo largo de la investigación, se recopilaron diversas evidencias materiales y testimoniales:
Restos biológicos: Además de las manchas de sangre en el domicilio de Miguel, se encontraron cabellos y otros indicios biológicos que, tras análisis de ADN, confirmaron la presencia de Marta en el lugar.
Telefonía móvil: Se realizó un análisis detallado de las comunicaciones y geolocalizaciones de los teléfonos móviles de los implicados. Estos datos permitieron establecer una cronología de movimientos y contactos la noche de los hechos.
Declaraciones de los implicados: Las múltiples versiones y contradicciones en las declaraciones de Miguel Carcaño y otros sospechosos fueron analizadas minuciosamente. Se emplearon técnicas de análisis de contenido y veracidad para evaluar la fiabilidad de sus testimonios.
Pruebas periciales informáticas: Se analizaron los equipos informáticos y perfiles en redes sociales de Marta y los implicados, buscando comunicaciones relevantes y posibles indicios de premeditación o planificación.
Hallazgo del cadáver
Hasta la fecha, el cuerpo de Marta del Castillo no ha sido localizado. Las declaraciones contradictorias de los implicados han llevado a múltiples operaciones de búsqueda en diferentes ubicaciones:
Río Guadalquivir: Basándose en las primeras confesiones de Miguel Carcaño, se realizaron búsquedas exhaustivas en el río, incluyendo el uso de equipos de sonar y buzos especializados.
Vertedero de Alcalá de Guadaíra: Otra de las versiones apuntaba a que el cuerpo fue depositado en un contenedor de basura y trasladado al vertedero. Se llevaron a cabo labores de excavación y cribado de residuos sin resultados positivos.
Finca Majaloba: En versiones posteriores, se indicó que el cuerpo podría estar enterrado en esta finca ubicada en La Rinconada. Se realizaron búsquedas con georradares y perros especializados, pero no se encontraron restos humanos.
La ausencia del cadáver ha supuesto una limitación significativa para la investigación, impidiendo la realización de una autopsia que pudiera determinar con precisión la causa y circunstancias de la muerte.
Resolución judicial
El proceso judicial estuvo marcado por la complejidad derivada de la falta de hallazgo del cuerpo y las contradicciones en las declaraciones:
Miguel Carcaño: Fue condenado en 2011 a 20 años de prisión por un delito de asesinato, basándose en las evidencias indirectas y su confesión inicial.
Francisco Javier García Marín ("El Cuco"): Al ser menor de edad en el momento de los hechos, fue juzgado por la jurisdicción de menores y condenado a 2 años y 11 meses de internamiento por encubrimiento.
Samuel Benítez y Francisco Javier Delgado: Fueron absueltos debido a la falta de pruebas concluyentes que acreditaran su participación en los hechos.
La sentencia fue objeto de controversia y críticas por parte de la opinión pública y la familia de Marta, quienes consideraron que no se había hecho justicia plena.
Actualidad del caso
A pesar del tiempo transcurrido, el caso de Marta del Castillo sigue siendo relevante en la sociedad española:
Nuevas declaraciones: En 2022, "El Cuco" admitió haber mentido en su testimonio inicial y reconoció que estuvo en el piso donde ocurrió el asesinato, lo que generó expectativas sobre posibles avances en el caso.
Búsquedas continuas: La familia y las autoridades han realizado nuevas búsquedas en diferentes ubicaciones, aunque sin éxito en la localización del cuerpo.
Impacto social y legal: El caso ha generado debates sobre la legislación penal española, especialmente en relación con la colaboración de los condenados para la localización de las víctimas y la revisión de penas.
La familia de Marta continúa su lucha por obtener respuestas y justicia completa, manteniendo viva la memoria de su hija y buscando el esclarecimiento total de los hechos.
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